Te reconocí antes de conocerte



 Hay libros que no solo se leen, se viven. Los de Brian Weiss son así. Sus palabras me abrieron una puerta interior y me hicieron ver la vida —y la muerte— con otros ojos. Weiss, psiquiatra de formación científica, comenzó como escéptico. Todo cambió cuando, durante sesiones de hipnosis con pacientes, surgieron recuerdos que no pertenecían a esta vida. Recuerdos tan detallados y coherentes que desafiaban toda explicación racional. A partir de ahí, desarrolló la idea de que tenemos una sola alma… y muchas vidas.

Según Weiss, las almas viajan en grupos, como constelaciones que se encuentran una y otra vez en distintos cielos. Las personas que amamos profundamente no aparecen por casualidad: son almas compañeras que nos acompañan vida tras vida, desempeñando distintos roles para ayudarnos a evolucionar espiritualmente. Por eso, a veces, cuando miras a alguien por primera vez, sientes que ya lo conoces. Es esa chispa inexplicable en la mirada, ese “te reconozco” que no necesita palabras.

A veces besas a alguien por primera vez y sientes que vuestros labios ya se conocen, como si se hubieran buscado a través de siglos. O puede que ames a alguien con intensidad, pero las circunstancias de esta vida no permiten que estén juntos. Weiss dice que eso también tiene sentido: quizás en otras vidas fuisteis amantes, compañeros, guerreros, hijos o padres. Y en esta, simplemente, os habéis reencontrado para recordar que el amor trasciende el tiempo… aunque no siempre coincida con el momento.

Pensar así me da una paz profunda. No me asusta la muerte. Siempre he creído que en “el cielo” me espera mi madre, mi abuela, mi familia… y Thor . Pero la visión de Weiss va aún más allá: no importa dónde renazcamos después, porque las almas que amamos también estarán allí, esperándonos de otra forma, con otro rostro, pero con la misma esencia.

Nos reencontraremos. Y cuando eso ocurra —en esta vida o en otra— nos volveremos a reconocer, y a amar, como tantas veces antes.

Comentarios