📸✨ Resistir y crear
Cuando empecé en fotografía no tenía recursos, pero sí tenía algo mucho más valioso: la decisión de no rendirme.
La fotografía es una afición cara: cámaras, objetivos, flashes, trípodes, ordenadores potentes, programas de edición… todo cuesta. Y yo, al principio, no podía permitírmelo. Pero en lugar de abandonar, hice lo que mejor sé hacer: resolver.
Convertí lámparas de casa en flashes improvisados, monté trípodes con gomas y palos, compré telas en mercadillos para usarlas como fondos, exprimí al máximo los periodos de prueba de los programas de edición y aprendí a montar ordenadores por piezas para poder editar mis fotos. Mientras otros disparaban con un teleobjetivo, yo caminaba hasta acercarme. Si no tenía un gran angular, creaba panorámicas. Cada herramienta que entraba en mi mochila, aunque fuese de segunda mano, la cuidaba como si fuera un tesoro.
Lo fácil habría sido rendirme, pero dentro de mí siempre tuve clara una certeza: algún día viviría de la fotografía.
Hoy, después de muchos años, puedo decir que cada pequeño paso, cada invento, cada solución improvisada me trajo hasta aquí. Porque cuando tienes un objetivo claro, el camino puede ser empinado y duro, pero no imposible.
Resistid, porque a veces, los sueños sí se hacen realidad. 🌟
Comentarios
Publicar un comentario