Suscríbete

Diario de un cachorro urbanita.



 Diario de un cachorro urbanita.


Al habla Electro Pedri.

Confirmado: hemos vuelto a Madrid.

Confirmado: Gavi tiene cagaler... perdón, intolerancia digestiva provocada por el estrés térmico capitalino.

Yo ya me he rendido. Aquí hace más calor que en el infierno después de una barbacoa. Las fuentes huelen raro, la hierba es una leyenda urbana, y los humanos están todos sudando y con cara de lunes.

Nosotros, valientes guerreros asturianos, nos hemos plantado: media hora por la mañana, una por la tarde y a mediodía que salga tu prima, porque nosotros NO.
El ascensor es oficialmente una sauna con botones, el asfalto quema tanto que nos vamos a convertir en perritos calientes, y los únicos animales que vemos son palomas pasivo-agresivas que no respetan nuestra autoridad.

Queremos volver con las vacas. Con las cuestas. Con las culebras de río.
¡Xanas, Nuberu, perdón porno creer en vosotros!

Extrañamos a los perros autóctonos, lo admitimos. Somos asturianos. Y esto es un SOS con forma de ladrido.



Comentarios