Amo estar sola. Adoro tener mi espacio, mi tiempo, mi libertad.
Puedo pasarme días sin hablar o interactuar con nadie y sentirme relajada y en paz.
Estando conmigo misma nunca me aburro, siempre tengo la cabeza llena de ideas, sueños, proyectos, aventuras y fantasías.
No soporto la idea de depender de los demás, eso es algo que me tuve que grabar a fuego desde pequeña, que era yo, yo sola y mis circunstancias.
Dicen que soy fría, descastada, egoísta, que voy a mi bola, que no me importa nadie... puede ser que tenga un trauma o que no sea normal ¿por qué siempre tachan lo que se sale de lo común de anormal?
Se que la gente que me quiere de verdad, sabe que necesito mi espacio y lo respeta, eso no quiere decir que no corra rauda y veloz si les hago falta a cualquiera de los míos. Tengo la certeza de que saben que me tienen, siempre.
Pero que nadie espere mis llamadas, o conversaciones banales si no son imprescindibles. No las necesito y me cuesta entender que otras personas si lo hagan.
Cuando durante años te roban tu tiempo, te haces egoísta, lo soy de mi tiempo y de mi espacio. Se que eso no hace las cosas fáciles a los que me rodean.
Lo siento, mi mochila esta clavada en mi carne y no sé si alguna vez podre desprenderla, la verdad no se si quiero hacerlo.
Ángela Arribas
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