Un comienzo de año duro, sumado a una semana dura, resultado autoestima por los suelos y sentir que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Disfruto mucho estando sola, disfruto del silencio y siempre pensaba que eso era algo malo, hasta que alguien muy inteligente me dijo una vez, que era una fortaleza.
Piensa que tu mundo interior era tan rico, que no necesitas a los demás, tu misma te sobras para ser feliz, no tiene nada malo disfrutar de la compañía de uno mismo.
A veces nos olvidamos de quienes somos e intentamos encajar, hacer lo que hace la mayoría, pero esos no somos nosotros y hacerlo no nos hace felices.
Dejemos de intentar agradar a los demás, si con ello nos traicionamos a nosotros mismos.
No es fácil, hay que ser valiente para reivindicarse.
Me basto un corto viaje a Asturias y hablar con las personas adecuadas, para volver a Madrid repleta de energía y dejando de sentirme mal por todo lo que hago o no hago. Esas personas son las que suman, las que te hacen sentir bien, las que hacen que quieras ser mejor. Ojala algún día os sentáis tan orgullosos de mí, como yo me siento de vosotros.
Volver a sentir mis raíces, mi familia, mi niña interior feliz.
Y el resumen de todo esto, es que no nos dejemos enturbiar por los demás, no nos olvidemos de quienes somos y de que nos hace felices.
Respetemos la libertad de los demás, pero sobre todo respetémonos a nosotros mismos.
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| Hay personas que son como Faros. |
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