Ayer en la tarde del domingo estuve en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
Mi idea inicial era visitar el Museo del Prado, pero ya no había entradas, así que por cercanía opté por acercarme al Thyssen.
No entiendo nada de pintura y nunca me ha interesado lo más mínimo, pero sí creo que entiendo algo de fotografía, y habiendo tantos fotógrafos que se inspiran en la pintura, pensé en despertar la mía.
Nada más entrar los cuadros de los Reyes eméritos presidían la sala y ya me dije: "esto no me va gustar nada".
La primera planta me pareció horrible, a los 5 minutos estaba convencida de que había tirado el dinero y que además no entendía la pintura, solo veía brochazos y brochazos sin ton ni son, pero según fui caminando la cosa empezó a mejorar con los retratos, tanto que llegué a emocionarme con la belleza de algunos, la luz, la textura, cada detalle...
Había cuadros con paisajes que no podía dejar de mirar y los de arquitectura, me impresionaron, fueron sin duda los que más me gustaron.
Como siempre fui con prisa y no pude tomarme que tiempo que hubiera deseado con cada cuadro, pero voy a volver en cuanto pueda.
Recomiendo 100% la visita al Thyssen.
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