Sábado lluvioso, desapacible, pre-Halloween, la ciudad llena de adolescentes disfrazados... dan miedo, pero de otra clase.
Esperamos ver una espectáculo de luz, pero nos encontramos con unos conejos de globo gigantes en la Puerta del Sol a los que no encuentro sentido alguno, y en la plaza mayor un gran rectángulo de folios empapados por la lluvia, la cantidad de gente es indecente. Aún así trato de hacer alguna foto.
Alguién comenta que el espectáculo de luz más bonito está en Cibeles y nos acercamos, envueltos en la marea humana. Bonito es, pero con el problema energético que vivimos, me parece un despropósito.
Última parada, la Puerta de Alcalá, larga cola para poder hacer una foto, más el tiempo que tienes que esperar para que se cierre el semáforo y no pasen coches. Consigo llegar a primera fila y ni "fu ni fa".
Menos mal que me salva el sábado, que me zampe un bocata de calamares.
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