La casa de campo. Madrid.




La casa de campo ha ganado por goleada a todos los otros sitios visitados desde que llegué a Madrid, kilómetros de pradera y árboles, flores, pájaros, conejos, ardillas y el bonito silencio de la naturaleza.
Me queda mucho por explorar y descubrir y voy a volver siempre que pueda.







La Casa de campo en un jardín histórico y el mayor parque público del municipio de Madrid. Situado al oeste de la ciudad. El parque está prácticamente anexo al monte de El Pardo y tiene una extensión de 722,6 hectáreas es cinco veces más grande que Central Park de Nueva York.
Surgido a partir de una casa de campo de origen renacentista, de la que toma su nombre, fue propiedad histórica de la Corona Española y coto de caza de la realeza. Tras la proclamación de la Segunda República, fue cedido por el Estado al pueblo de Madrid (1 de mayo de 1931), estando desde entonces abierto al público.
El conjunto fue declarado en 2010 Bien de Interés Culturas por la Comunidad de Madrid.
En su interior se encuentran diversas instalaciones, como el Parque de Atracciones de Madrid, el Zoológico, el teleférico (que conecta la Casa de Campo con el parque del Oeste, al otro lado del río Manzanares), parte de los recintos feriales de IFEMA, el pabellón multiusos Madrid Arena y diferentes espacios deportivos.
En la Casa de Campo se han censado 133 especies distintas de vertebrados (87 aves, 20 mamíferos, 14 de reptiles, seis de anfibios y otras tantas de peces). Entre los mamíferos cabe destacar los conejos, liebres y ardillas. También hay topos, erizos, musarañas, murciélagos y ratones. Los conejos fueron numerosísimos en siglos pasados, haciéndose cazas de miles de ejemplares para evitar que acabaran con la vegetación del campo, ya que sus depredadores naturales (zorro, turón, jineta y águila imperial ibérica) rara vez se ven por el parque, aunque sí en el cercano monte de El Pardo. También en algunas ocasiones pueden observarse jabalíes que proceden del citado monte, pueden llegar a penetrar en la ciudad.



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