Carcajadas.


   Una tarde aburrida de domingo me arrastraron a una sesión de fotos que no me apetecía, estaba cansada y tenía miles de cosas que hacer, pero mi niña es muy insistente...

 

   Siempre ha sido mi mejor modelo, llevo haciéndole fotos desde que era una enana y cada vez lo disfruta más y yo con ella.



   Es increíble la de tonterías que puedo ser capaz de hacer para disfrutar de su risa.

  No podemos dejar de reír nunca. Hay que buscar la manera de reírse de la vida, de desahogar, de llorar,  de sentir ese dolor de mandíbula y de tripa que  hace sentir tan feliz.


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