En los niños brilla la despreocupación, quien fuera niño otra vez...
Jugar hasta caer rendido, reir, gritar, saltar, que la mayor preocupación que tengas es que no te pongan verdura a la hora de comer.
Creo que envidio a los adultos con síndrome de Peter Pan, a los que hasta ahora denominaba con desprecio Happy´s. Su filosofía de vida es mucho mejor que la mía, ¿cuándo se ha visto a un "happy" enfermo de estrés? o con todas las variables posibles del desastre anotadas a mano en un cuaderno. sin tiempo para ellos, para hacer lo que más les gusta, para disfrutar de todas las pequeñas cosas que nos da la vida.
Me da envidia esa risa despreocupada, ese pensar en uno mismo, ese "hoy solo existo yo", esa manera de vivir en la que no existe el mañana.
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