Hola humanos, soy Electro Pedri ⚡🐾, el cachorro que soñaba con ser embajador de la paz perruna… pero últimamente ni los saludos me salen bien. 😩
Hoy ha sido uno de esos días en los que, por razones desconocidas para la ciencia (y para mi hocico), debo oler raro. O sea, yo me huelo bien. A mí me huele a “Pedri recién duchado con esencia de libertad y un toque de croqueta”. Pero a otros perros… les debe oler a “enemigo del barrio”. 😶🌫️
Total, que me acerco como siempre: orejas en modo simpático, colita alegre, sonrisita de “¡Hola colega, dame tu Insta!”. Y ZAS, revolcón. Uno me gruñó, otro me empujó con el lomo como si yo fuera una caja de Amazon que estorbaba en el pasillo, y uno muy bajito directamente me atropelló con su barriga. ¿¡QUÉ ESTÁ PASANDO!? 😵💫
Encima Gavi, mi compañero de aventuras (aunque últimamente lo llamo el Hulk de la hermandad), me pega SIEMPRE. Da igual si huelo a mandarina, a bosque encantado o a galleta de avena… Él llega, me salta encima y me dice:
—"¡Esto es por si acaso papanatas!"
¡¿Cómo que por si acaso, Gavi?! ¡Un poco de amor, hermano! 💔🍊
Y bueno… desde que perdí el “bonus de cachorro” (ese poder mágico de ser mono y que nadie te regañe), todo se ha vuelto más complicado. Ya no soy “ay qué cuqui ese bebé peludo”... ahora soy “ojo con ese, que viene demasiado feliz”. 😒 Yo solo quiero saludar, hacer amigos, quizá invitarles a una quedada de palitos y carreras… pero no, el universo tiene otros planes: ¡hacerme practicar judo!
Así que aquí estoy, rascándome el orgullo, reflexionando sobre si debería olerme a mí mismo antes de cada paseo. Spoiler: lo haré igual, y saludaré igual, porque Electro Pedri no se rinde. 😤⚡
Eso sí, si mañana otro perrete me da un revolcón… ¡voy a considerar usar colonia de jamón ibérico para ver si me respetan! 🐖💥
Comentarios
Publicar un comentario